domingo, 5 de octubre de 2014

Dorayakis.

Y seguimos con las recetas japonesas, hoy con: ¡Dorayakis!
Puede que los hayas visto alguna vez, en alguna serie, en especial si has visto Doraemon, pero, ahí va una pregunta importante... ¿de qué están rellenos normalmente? Si siempre pensaste que están rellenos de chocolate, vengo a destruir tus sueños porque están rellenos de 'anko', una pasta de judías rojas. Algún día me atreveré a hacerlo yo misma, pero de momento, puedes comprarla ya hecha en algún supermercado oriental, y aunque suene mal, a mí personalmente me gustó bastante. Aunque, claro, puede ser algo difícil de conseguir, y no es para todos los gustos, así que los puedes rellenar de lo que quieras, he visto dorayakis de plátano y nocilla, de helado, de una pasta de calabaza, de nata con fruta... y simplemente de chocolate, por supuesto.
Pues vamos a ello. La masa es muy normalita, necesitarás:
-2 huevos.
-100g. de harina.
-1/2 cucharadita (de café) de bicarbonato.
-50g. de azúcar.
-Una cucharada de miel.

-Aprox. 2 cucharaditas de agua.
-Un poco de aceite para engrasar la sartén.

Yo usé la mitad de los ingredientes porque era como una prueba, por eso yo he puesto las cantidades originales, para que os salga un número de dorayakis decente. Por cierto, la receta está sacada de aquí, por si queréis verlo, aunque está en inglés.


-Primero en un bol grande batimos los huevos.

-Añadimos el azúcar, mezclamos y luego la miel, y volvemos a mezclar.
-Entonces añadimos tamizada la harina y el bicarbonato. Yo usé un tamiz pero podéis usar un colador de toda la vida, y volvemos a mezclar, hasta que esté bien combinado y no haya grumos, sin batir demasiado. 
-Añadimos un poco de agua para ajustar el espesor, en la receta pone 2 cucharaditas pero puede variar. Entonces dejamos reposar media hora.
-Al sacarlo puede haber espesado un poco, así que podemos volver a ajustar un poco el espesor. Piensa que tiene que quedar una masa más bien ligera, que al dejarla caer en forma de hilo desaparezca con rapidez, como en la foto.
-Ahora, ponemos una sartén a fuego medio-bajo, con un poco de aceite que distribuiremos por toda la superficie con un trozo de papel de cocina. 
-Cuando esté caliente, echamos la masa con una cuchara, dejando que se expanda sola, sin mover la sartén ni nada. La cantidad de masa dependerá del tamaño que quieras que tengan tus dorayakis, sólo intenta que tengan el mismo tamaño para poder cerrarlos luego bien. 
-Cuando aparezcan burbujas en la superficie, dale la vuelta con una espátula y hazlo del otro lado hasta que esté dorado por el centro, y lo sacamos. Entre un dorayaki y otro es preferible volver a engrasar ligeramente la sartén, yo uso la misma servilleta que utilicé antes para quitar el exceso de aceite.

-Debe quedar por un lado con un buen tono marrón y totalmente uniforme. Si no es así, y sale moteado, puede ser que el fuego estuviese demasiado alto.

 Y por el otro lado queda un poco hueco, con el centro dorado pero los bordes aún blancos y ligeramente pegajosos, ahí está el truco.
-Así que, cogemos dos dorayakis que tengan el mismo tamaño, ponemos el relleno en uno de ellos, ponemos el otro encima, y apretamos los bordes con los dedos para sellarlo, como veis, ¡y ya está! 

Yo hice la mayoría de anko y otro con un caramelo casero que tenía por ahí. 
Os dejo una foto de la lata de anko:

Pues espero que les haya gustado y que os animéis a hacerlos, que, a parte del anko, que es opcional, son todo ingredientes muy comunes, que no es poco decir cuando hablamos de recetas japonesas. Itadakimasu!

lunes, 23 de junio de 2014

Onigiris o bolitas de arroz rellenos a la plancha. (O no)

Onigiris, o bolitas de arroz, de origen japonés. Las hay de mil formas con distintos rellenos, ingredientes, formas, decoraciones, etc. Fáciles y cómodos de transportar y comer en cualquier sitio fuera de casa. ¿Por qué llevar un simple bocadillo como los demás cuando puedes ser mejor que nadie y llevar onigiris?

Primero, voy a enseñaros cómo cocer el arroz. El arroz hay que cocerlo al vapor. Si tienes una arrocera o thermomix preparadas para esto, eres una persona afortunada. Para las que no, (incluyéndome) os voy a enseñar cómo cocerlo igualmente.

Venden en los supermercados orientales arroz 'especial para sushi', que sería el más indicado, pero puedes hacerlo con arroz blanco normal, de grano corto.
La proporción de agua y de arroz es de por cada medida de arroz, una medida y media de agua. Entonces, si usamos un vaso de arroz, será un vaso y medio de agua. 2 vasos de arroz, 3 vasos de agua, etc.
Así que, ingredientes: (para 6 onigiris)
El arroz:
-1 taza de arroz. (unos 200 g., pero es mejor medirlo según su volumen)
-1 taza y media de agua. (unos 375 ml.)
El Relleno: (lo siento, pero no tengo cantidades ni proporciones)
Atún fresco.
Cebolla.
Pimiento verde.
Jengibre en polvo.
Salsa de Soja.
Sal.

Vamos a empezar con el relleno. Trocea el atún, pimiento, y cebolla en trozos pequeños, y ponlo a marinar junto con la salsa de soja, la sal y el jengibre.


Mientras marina, vamos cociendo el arroz. Primero, lava el arroz con agua muy fría. Frota los granos suavemente para que suelten el almidón, hasta que el agua esté muy blanca. Entonces, escúrrelos, y repite el proceso con agua limpia, hasta que el agua salga bastante clara (no esperes que salga clara del todo, pero puede tomar unas 7 u 8 veces)
Entonces, escurrimos el arroz, lo introducimos en una olla con el agua medida, y dejamos reposar 30 minutos, tras los cuales el nivel de agua habrá descendido y los granos se habrán inflado y tendrán un color blanco más opaco. (Tampoco se nota tanto la diferencia en la foto, pero hay más de la que parece)


Pasados los 30 minutos, cubrimos con papel de film intentando que se agarre a los bordes lo mejor posible, para ayudar a retener el vapor, y lo ponemos al máximo.
 Cuando rompa a hervir, le pones la tapadera, y puedes ponerle algo de peso encima, en el caso de que tu tapadera no sea muy pesada. Inmediatamente, lo ponemos a fuego bajo, y dejamos cocer unos 10-15 minutos. SIN LEVANTAR LA TAPADERA. Recuerda que estamos cociendo al vapor, no debemos dejar que se escape, y no es necesario removerlo.

Pasado ese tiempo, apaga el fuego, y deja reposar otros 15 minutos. Entonces, y no antes, podrás quitar la tapadera y el papel de film. Remuévelo un poco con una espátula, y podrás comprobar que queda un arroz mucho más pegajoso. De otra forma, las bolas se desmoronarían.


Una vez cocido el arroz, saca el relleno y saltéalo en una sartén con aceite.

Es mejor escurrir el líquido que pueda sobrar en el relleno. Ahora, vamos a montar las bolitas:
Primero, prepara un bol con agua y un poco de sal, y procura tener las manos siempre húmedas, para que el arroz no se te pegue y puedas manejarlo bien.
Coges un puñado de arroz, lo aplanas en una mano y haces un hueco con los dedos.
 Con la otra mano, pones un poco del relleno, y lo aprietas un poco. (Siento que se vea mal la foto)
 Entonces, con el arroz de los bordes lo cierras, asegurándote de que no sale el relleno por ningún sitio.
 Una vez bien sellado el arroz, simplemente aprietas la bola y le das la forma que quieras.
Y así me quedó:
 Es difícil hacer fotos de cómo darles forma, así que os pongo esta que encontré por internet, que, además, muestra tres formas distintas:

Bueno ya tenemos nuestros onigiris. Puedes dejarlos así, envolverlos en alga nori, o, ¡hacerlos a la plancha!

Para eso, pintamos con una brocha una cara del onigiri con salsa de soja.
 En una sartén, calentamos un chorrito de aceite, y los ponemos del lado de la salsa de soja.
 Mientras, pintamos la otra cara de la misma forma, con más salsa de soja.
 Le damos la vuelta cuando esté bien crujiente, ¡y listo!

A mí, personalmente, me gustan más así, por el crujiente que le añade, pero si no vas a comerlos inmediatamente, es mejor dejarlos sin tostar, ya que el crujiente se ablanda, y queda aceitoso por la superficie cuando se enfrían.
Y ya está. Por supuesto, puedes ponerles el relleno que quieras, sólo que deberían tener sabores más bien fuertes, ya que el arroz no tiene ni sal, aunque también puedes echarle diferentes ingredientes al arroz, no todos los onigiris tienen relleno, de hecho. Las semillas de sésamos negro tostado le van muy bien al arroz, por ejemplo.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Tarta de Calabaza y Zanahoria de Ben Starr.

Buenas. Si viste MasterChef season 2, recordarás a Ben Starr, el tipo con muchos gorros diferentes, amante de la calabaza que quedó 5 en la competición.
Pues hoy hago una tarta suya por la que recibió muy buenas críticas de Gordon Ramsay, y de todo el mundo en realidad. Su tarta de calabaza y zanahoria con frosting de queso.
Si sabes inglés recomiendo leer su receta original junto a su vídeo que dice muchos trucos interesantes aquí.
Si no, ¡aquí puedes seguir mi propia versión!

Lo primero, el puré de calabaza. En algunos sitios lo venden ya hecho, yo he querido hacer la tarta entera.

Puedes usar cualquier tipo de calabaza, que sea dulce. Yo usé una calabaza violina.
 Con un buen cuchillo la partimos por la mitad, y con una cuchara le quitamos las semillas.
Ponemos las dos mitades con la piel para arriba sobre una bandeja de horno y lo horneamos a unos 150ºC-170ºC aprox. El tiempo depende mucho del tamaño, tipo de calabaza, del horno, etc. Ben dijo entre una hora y  hora y media, a mi me tomó casi dos horas. Sólo ve visitándolo de vez en cuando y no lo saques hasta que no puedas atravesarlo con un cuchillo sin resistencia, o se aplaste fácilmente con una cuchara como en la foto.
Cuando esté horneado lo sacamos, lo dejamos enfriar completamente, y de nuevo, depende de la calabaza podremos simplemente pelarle la piel, o tendremos que sacar la pulpa con una cuchara, como fue mi caso.
 Batimos bien el puré en la batidora, o el procesador de alimentos o lo que tengamos.
Y esto es opcional pero yo lo pasé por un colador, para asegurarme un puré más liso.
Ahora, este puré es demasiado líquido para usarlo en la tarta. Debemos extraerle parte del agua. Para ello, Ben utiliza una toalla de baño normal pequeña, pero yo me dije ¿una toalla de baño? Con uno o dos trapos de cocina será suficiente. ERROR. Acabé usando casi todos mis trapos. Así que hazte un favor, haz caso a Ben, y utiliza una toalla limpia de manos, será mejor que limpiar 5 trapos.
Entonces, estiramos nuestra toalla sobre la encimera, y ponemos el puré encima extendido.
 Lo cubrimos con la propia toalla, y lo dejamos unos 5 minutos, que la toalla absorba toda la humedad.
 Y ¡voilá! ni siquiera se queda en la toalla, lo doblas sobre sí mismo, y ya tienes el puré de calabaza, mucho más seco que antes.

Ahora empezamos con el bizcocho. Primero preparamos los ingredientes secos:

140g. de harina, o 1 taza y 1/4
2 cucharaditas de café de levadura. (8g.)
1/2 cucharadita de bicarbonato. (3g.)
1 cucharada de canela en polvo (3g.)
1/2 cucharada de jengibre molido. (2g.)
1/4 cucharadita, o una buena pizca de nuez moscada molida, pimentón dulce, y clavo molido.
1 cucharadita de sal fina.
 En la receta original añade también 1/2 cucharada de cardamomo, pero yo no lo encontré. Así que si tienes, ya sabes.

Tamizamos todos los ingredientes juntos.

Ahora vamos con los ingredientes húmedos.
110 g. de mantequilla, a temperatura ambiente.
150 g. de azúcar blanco.
50g. de azúcar moreno.
2 yemas de huevo.
3 claras de huevo.
1 cucharada de azúcar blanco.
160g. de puré de calabaza.
1 cucharada de esencia de vainilla.
150g. de zanahoria rallada. Yo la rallé con la piel y todo, que tiene muchos nutrientes.

Primero batimos la mantequilla con la batidora, hasta que quede cremoso.
 Añadimos el azúcar moreno y el blanco, y volvemos a batir.
 Añadimos las yemas de huevo. Batimos.
 Añadimos el puré de calabaza, y la vainilla. Batimos.
 Añadimos la zanahoria rallada, y, ¿Adivina qué? Batimos.
Ahora añadimos los ingredientes secos que preparamos anteriormente, y batimos a baja velocidad, lo justo para que se integre.
Ahora vamos a batir las claras de huevo, así que si vas a usar la misma batidora, tienes que encargarte de limpiar concienzudamente las varillas, ya que no puede haber ningún resto de grasa en nuestras claras para que suban bien. Para asegurarte de que no quedan restos de grasa puedes pasarle una servilleta de papel con UN POCO de vinagre.
Bueno, hemos usado tres claras y dos yemas, tras una compleja operación matemática podremos descubrir que nos sobra una yema, que si no la vas a usar inmediatamente, recomiendo conservarla en un vasito con agua, ya que sin el agua se forma una costra dura en la superficie y se desperdicia yema.


Bueno, ponemos nuestras claras en un bol grande y comenzamos a batir, a mano o a máquina. Cuando empiece a espumar se le añade una cucharada de azúcar en forma de lluvia, sin dejar de batir
 Hasta que consigamos un merengue que forme picos firmes, que como veis, mantengan su forma.

Tenemos en un cuenco el merengue que acabamos de montar, y en otro la masa que hicimos antes.
 Echamos un tercio del merengue en la masa, y con una espátula lo incorporamos bien.
 Ahora tendremos una masa más suave. Entonces echamos el resto del merengue, y lo volvemos a mezclar con la espátula, ésta vez más cuidadosamente, con movimientos envolventes, de dentro afuera, para que no se bajen las claras.
 Enmantequillamos y enharinamos el molde que elijamos, echamos la masa, y con la espátula la extendemos hasta los bordes.
 Para conseguir una superficie más lisa, Ben dice dos trucos. El primero es rociar la superficie de la masa ya en el molde con agua usando un pulverizador. Cosa que no hice porque no tenía ninguno a mano.
El segundo dice que primero debemos precalentar el horno a unos 170ºC. Entonces ponemos nuestro molde en una bandeja, y en la bandeja de debajo ponemos unos cubitos de hielo, y bajamos la temperatura a 160º lo que hará que se cree vapor de agua en el horno, que parece ser que evita que se resquebraje la superficie. A mí no me funcionó y se resquebrajó igualmente. Supongo que tendría el horno demasiado alto. Pero luego la cubriremos así que tampoco tiene demasiada importancia. Como siempre, horneamos hasta que al pincharlo con un palillo, éste salga limpio, tomará aprox. 20-30 min. pero depende del horno.

Pues ya tenemos el bizcocho. Ahora, el relleno: un frosting de queso. La receta original utiliza 225 g. de queso crema, 110g. de mantequilla, y entre 225 y 450 g. de azúcar glace. Pero como siempre, depende mucho si lo prefieres  más o menos espeso, dulce... Así que siempre hay que ir probando. Empecé con los 250g. de queso y al probarlo me pareció que tenia mucha mantequilla en proporción, y acabé echándole 500g. de queso en total. También depende del tipo de queso, yo usé queso mascarpone que tiene un sabor suave, de uno más fuerte tendrás que usar menos, por eso no puedo dar unas cantidades precisas. Yo más o menos usé:
110g. de mantequilla.
500g. aprox. de queso mascarpone.
Unas gotas de zumo de limón.
Un chorrito de leche.
300g. aprox. de azúcar glace. 

También tengo que decir que con estas cantidades me sobró bastante, por si quieres reducirlas.

Primero en un cuenco batimos la mantequilla con las varillas. añadimos el queso crema, y volvemos a batirlo todo bien, hasta que quede cremoso y aireado.
 Le vamos añadiendo el azúcar glace tamizado poco a poco, vigilando muy bien la textura y el dulzor para no pasarnos.
 Le añadí unas gotas de limón para blanquearlo, y un chorrito de leche para dejarlo más suave.
 Como dije, acabé añadiéndole el doble de mascarpone que decía la receta.
Lo batimos todo muy bien hasta que esté a nuestro gusto.

Ahora cogemos nuestro bizcocho de calabaza, que tendrá que estar completamente frío, y lo dividimos por la mitad con un buen cuchillo. Yo le eché un poco de almíbar que tenía ya hecho, pero esto es opcional.
Lo rellenamos con el frosting.
 Ahora lo cubrimos. Le echamos una primera capa fina de frosting y lo guardamos en el frigorífico una media hora para que se endurezca un poco.
 Entonces la sacamos y le echamos la segunda capa, primero la parta de arriba.
Luego le echamos por los lados, dejándolo lo más liso posible. 
 Con la espátula alisamos los bordes echándolos hacia dentro.
Y así la cubrimos. Para alisar la superficie del todo puedes usar la espátula mojada en agua tibia, que no deja marcas.
 Y la decoras como quieras. Yo usé los restos de crema en una manga pastelera con boquilla estrellada e hice los rizos que veis en los bordes de la tarta y en la base.
Y para escribir el 'Felicidades' me improvisé una crema de calabaza poniendo al fuego el resto de puré de calabaza que me quedaba, azúcar, leche (aunque habría ido mejor nata para montar) maizena para espesarla, colorante amarillo y rojo para reforzar el color y alguna especia como el clavo en polvo, nuez moscada y canela, la verdad es que no recuerdo exactamente cuáles le eché. Se deja enfriar, se echa en una manguita pastelera, y escribes lo que quieras.

Vale, si has visto al receta original, Ben Starr le echaba a la tarta por fuera avellanas caramelizadas, pero no me salió... LO ADMITO lo intenté varias veces, pero ya sea toffee, dulce de leche... no me llevo bien con ningún tipo de caramelo, pero os animo a que lo intentéis siguiendo su receta, porque a mi no me salió con la textura deseada, pero os digo que de sabor estaba buenísimo y le da un toque muy especial a la tarta.

La verdad es que el bizcocho podría haber subido algo más, y está el fallo de las avellanas caramelizadas, pero aun así la tarta está muy buena, y tiene un sabor especiado muy curioso y agradable, así que os animo a que lo intentéis para cualquier ocasión especial. Yo, al menos, la pienso repetir. Pues, como siempre, espero que les haya gustado, buena suerte, y seguid cocinando! ^^